Las televisiones están
escandalizadas, los contertulios de las radios no hablan de otra cosa, los
periódicos dedican al tema la primera página, las editoriales y el espacio
reservado al deporte. ¡Los políticos están corruptos! Y no sé, pero a mí es una
cosa que no me sorprende, que ya decían desde hacía mucho, pero no ocupaba
tanto, o bueno, que eran presuntamente corruptos, de derecha a izquierda, de
monárquicos a republicanos.
El ébola ha sido sustituido por
la corrupción en unos medios totalmente politizados y por lo tanto,
presumiblemente corruptos. Lo arrastra el gen, somos egoístas y envidiosos, más
tenemos, más queremos, todo por la familia como diría Corleone.
Si los políticos y medios son
presunta y presumiblemente corruptos –presunta y presumible quiere decir que si
algo se demuestra ha prescrito-, y la libertad de expresión no se ejerce; ¿por
qué se monta de repente toda esta farsa? ¿Se han enfadado entre ellos? La
explicación es sencilla; el año que viene hay elecciones y un nuevo gallo en el
corral, si se airea un poco de corrupción ahora será olvidada la semana que
viene, cuando la ciclogénesis o la influenza hagan su aparición. Todos tenemos
una black memory.
¿Qué ocurriría si surgiese un
asesino de políticos y periodistas en serie?¿Lo odiaríamos o lo encumbraríamos?
Para saberlo tendrás que leer El opositor.
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